El Papa Francisco les explicó en una ocasión que se pueden tener dos tipos actitudes:
-Yo, yo, y yo, todo para mí, todos a mi alrededor; esta actitud egoísta se puede representar con un gesto negativo: la mano cerrada.
-El gesto positivo de la mano abierta indica la actitud contraria, compartir, relacionarse, escuchar, pensar en uno mismo y también en los demás.
La mano es un símbolo del corazón. Se puede empezar a cambiar el mundo teniendo el corazón abierto.
El mundo se cambia abriendo el corazón.
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