En lo alto de la basílica del Nuestra Señora del Pilar, desde la plaza, se pueden observar ocho esculturas que representan ocho santos relacionados de algún modo con la ciudad de Zaragoza.
La representación de santa Engracia es obra de Antonio Torres Clavero.
Engracia era una cristiana de Braga (Portugal) y pasó por Zaragoza para cruzar los Pirineos y casarse con su prometido. En el siglo IV los romanos dominaban estas tierras, y su emperador, Diocleciano, había emprendido una dura persecución contra los cristianos.
En Zaragoza mandaba el gobernador Daciano, que mandó encarcelar a Engracia y a sus acompañantes.
Después de varias torturas, se le da muerte con un clavo en la frente. La escultura tiene en la mano derecha la palma del martirio, que suele acompañar a las representaciones de los santos que han muerto márires por testimoniar su fe en Jesucristo.
Sus restos, junto a los de otros mártires, se encuentran en la Basílica de Santa Engracia en Zaragoza:
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