Marta y María

 Vamos a pensar en nuestro mejor amigo o amiga....

¿ Qué es lo mejor que yo he hecho por él o por ella?

¿Sé cuál es el juego que más le gusta?

¿Cuál es el tema del que más le gusta hablar?

¿Sé lo que le pone triste?

¿ Me ha contado algún secreto?




Jesús tuvo muchos amigos, además de los doce apóstoles,( para saber muchas cosas sobre ellos pincha en este excelente enlace,) el evangelio nos cuenta cómo Jesús tenía en Betania, pueblo de Judea, a tres hermanos como amigos muy queridos: Lázaro, Marta y María.

En (Lc 10, 38-42) se nos narra un encuentro de Jesús con Marta y María donde nos enseña que, aunque hacer cosas por y con los amigos es muy importante, es esencial la escucha y la compañía atenta, para poder así ayudarles en lo que realmente necesitan ellos, olvidándonos de nosotros mismos.

Jesús es el amigo que nunca falla, y los cristianos, como hacía María de Betania,tenemos que ser sus amigos tratándolo en la oración.










                        Jesús, con sus amigas Marta y María

 Cuando tratamos a Jesús nos ayuda a limpiar nuestro corazón, a ser más felices y a hacer más felices a los demás.
Por eso es muy bueno dejar un ratito todas nuestras tareas y esforzarnos por dedicarlo a la oración.