La resurrección de la carne y la vida eterna

Sabemos que el cuerpo humano es finito y tiene un final porque es material. Esta realidad dificulta encontar un sentido a la vida a muchas personas.

Las religiones dan una respuesta clara, abordando la muerte como un momento más de la vida. Según como entiendan la vida tendrán unas normas éticas para vivirla, y cambiarán los ritos y costumbres de sus fieles en el momento de los funerales.

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Tras el fallecimiento suele haber un velatorio donde la familia es consolada por sus amigos y conocidos. También se reza por el difunto y se llevan flores. Se suele celebrar una Misa antes del entierro, al finalizar el sacerdote rocía con agua bendita el féretro, rezando junto a los asistentes.

Los musulmanes lavan el cuerpo de la persona fallecida y lo envuelven en una túnica blanca. El imán reza unas oraciones y se entierra en dirección a la Meca, su ciudad santa. No se permite la cremación.

Los judios purifican el cuerpo y lo cubren con una túnica de lino blanco. Hay un velatorio de veinticuatro horas antes del entierro, después se celebra una cena. Cuando termina el luto de un año la familia enciende unas velas y coloca una lápida en el lugar del enterramiento.