Jesús nos enseña en la parábola de la oveja perdida que Dios nos ama y cuida con ternura de nosotros.
Con los niños de infantil la trabajamos del siguiente modo:
-Un voluntario con los ojos tapados manipula primero un estropajo y luego un trozo de algodón. Nos cuenta sus impresiones y luego ya todos participan dialogando sobre las diferencias entre los objetos, como nos gusta que nos traten, como con nuestras manos podemos ser estropajos o algodones...etc
-Narrar la parábola en forma de cuento.
-Esconder ovejitas perdidas por la clase y jugar a encontrarlas.
-Jugar a pastores y ovejas, escenificar la parábola.
-Realizar una manualidad, como la que yo he encontrado en este estupendo enlace.
-También se puede poner algún vídeo.
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