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viernes, 20 de diciembre de 2019

El Papa, el belén y el cole

El papa Francisco nos ha escrito una carta apostólica titulada en latín: "Admirabile signum".
El título está formado por las primeras palabras del escrito, en este caso: "El hermoso signo...", y se está refiriendo a la costumbre de poner el belén o nacimiento con figuritas, cuando celebramos la Navidad. 
No queremos perder esta costumbre, y por eso en el cole no falta, junto a otras manifestaciones culturales, nuestro belén.
"Los pobres y los sencillos en el Nacimiento recuerdan que Dios se hace hombre para aquellos que más sienten la necesidad de su amor y piden su cercanía."(Admirabile signum).
"Cuando se acerca la fiesta de la Epifanía, se colocan en el Nacimiento las tres figuras de los Reyes Magos...Contemplando esta escena en el belén, estamos llamados a reflexionar sobre la responsabilidad que cada cristiano tiene de ser evangelizador. Cada uno de nosotros se hace portador de la Buena Noticia con los que encuentra, testimoniando con acciones concretas de misericordia la alegría de haber encontrado a Jesús y su amor...Los Magos enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo."(Admirabile signum).
"Poco a poco, el belén nos lleva a la gruta, donde encontramos las figuras de María y de José. María es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo. Su imagen hace pensar en el gran misterio que ha envuelto a esta joven cuando Dios ha llamado a la puerta de su corazón inmaculado...Junto a María, en una actitud de protección del Niño y de su madre, está san José...José llevaba en su corazón el gran misterio que envolvía a Jesús y a María su esposa, y como hombre justo confió siempre en la voluntad de Dios y la puso en práctica."(Admirabile signum).

" El modo de actuar de Dios casi aturde, porque parece imposible que Él renuncie a su gloria para hacerse hombre como nosotros. Qué sorpresa ver a Dios que asume nuestros propios comportamientos: duerme, toma la leche de su madre, llora y juega como todos los niños. Como siempre, Dios desconcierta, es impredecible, continuamente va más allá de nuestros esquemas. Así, pues, el pesebre, mientras nos muestra a Dios tal y como ha venido al mundo, nos invita a pensar en nuestra vida injertada en la de Dios; nos invita a ser discípulos suyos si queremos alcanzar el sentido último de la vida."(Admirabile signum).

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