¿Cómo? En el sacramento de la Eucaristía. Igual que se paseaba por Palestina en el siglo I, pero presente de un modo distinto.
¿Dónde? Expuesto en una custodia y sacado en procesión.
El amor a Jesús sacramentado se ha manifestado a lo largo del tiempo en la fabricación de custodias que son auténticas obras de arte, como la de Teruel:
Los primeros seguidores de Jesús solo veían a un hombre, pero por la fe supieron descubrir que también era Dios.
Nosotros solo vemos la Sagrada Forma, también necesitamos la fe para ver en Ella a Jesús, la segunda persona de la Santísima Trinidad, verdadero Dios y verdadero hombre.
La Eucaristía es un misterio que con los ojos del amor tiene explicación, Jesús nos quiere tanto que se quedó porque sabe lo necesitados que estamos de su compañía.
En muchos lugares, los niños que han celebrado este año su primera Comunión se vuelven a vestir de fiesta y salen en la procesión del Corpus.
¡Que alegría da ver a Jesús rodeado de niños, como nos relata el Evangelio!
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