Las primeras cristianas

En el libro de los Hechos de los apóstoles se narran acontecimientos vividos por las primeras comunidades cristianas.

En este libro y en las cartas de san Pablo aparecen algunas mujeres, lo que nos muestra la importancia que ya tuvieron en el anuncio del evangelio, en ese primer siglo de la Iglesia.

Algunas fueron:

Tabita, la costurera de Jaffa
Tabita, o Gacela(Dorcas), era modista y hacía “infinidad de obras buenas y limosnas”. Vivía en Lida (actual Lod, aeropuerto de Tel Aviv), enfermó y murió. Todas sus clientas hacían duelo por ella, enseñando los vestidos que hacía. Mandaron llamar a Pedro, que estaba el Jaffa. Al estilo de Jesús, le dio la mano y la resucitó. (Hch 9,36)

Lidia, la vendedora de púrpura
Era vendedora de tinte púrpura y natural de Tiatira. Pablo se la encontró en Filipos, a la orilla del río. Se bautizó con toda su familia e hizo un gran banquete.

  

Dámaris, la areopagita
Pablo tuvo la osadía de ir a anunciar a Jesús Resucitado al mismo Areópago de Atenas. Los sabios se lo tomaron a broma "pero algunos le siguieron, entre otros Dionisio el Areopagita y “una mujer llamada Dámaris”. (Hch17,34)

Febe, la diaconisa

Servidora de la Iglesia. (Rom16,1-2)

Priscila, la esposa de Aquila

Eran judíos, de la misma profesión con la que Pablo se ganaba la vida: tejedores de lona para tiendas. Esa circunstancia les llevó a colaborar en la difusión del Evangelio. (Hch18, 2); (Rom 16,3)

Junia
La esposa de Andrónico:”...mis parientes y compañeros de prisión, que son ilustres entre los apóstoles y además llegaron a Cristo antes que yo”. (Rom 16,7)

Trifena y Trifosa
”Que han trabajado afanosamente en el Señor”. (Rom16,12)

Julia

La última que figura con su nombre propio en esta larga postdata de la carta a los Romanos, junto con Filólogo, Nereo y su hermana. (Rom16,15)

Evodia y Sintique
Pablo les ruega que se pongan de acuerdo y a Timoteo, ”...leal compañero...que las ayudes, pues ellas lucharon a mi lado por el Evangelio..”. (Fil 4,2)

Loida y Eunice, madre y abuela de Timoteo
“Evoco el recuerdo de tu fe sincera, la que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que también en ti”.( 2Tim.1,5)

Este video nos muestra algunas mujeres de la Biblia y otras de los primeros siglos de la Iglesia.