El Corazón de Jesús es una imagen de Jesús resucitado en la que se puede ver un corazón, símbolo de los sentimientos más profundos, con la corona de espinas, y un fuego que señala la intensidad de ese amor, porque Cristo tiene un corazón de carne, como el nuestro.
El mes de junio es el "mes del Corazón de Jesús" porque su fiesta cae en uno de sus viernes y los cristianos:
-Damos gracias por el amor maravilloso que Dios nos tiene.
-Reparamos porque frecuentemente este amor es mal o poco correspondido por parte de todos.
Reparar es esforzarnos por arreglar con generosidad nuestro egoísmo, recompensar con más amor el fracaso y el desastre que es el pecado.
Decirle a Jesús que sentimos no quererle tanto como nos quiere él.
El corazón traspasado de Jesús en la cruz es el símbolo del Amor eterno, "el único amor capaz de transformar el mundo y la vida humana", como decía San Juan Pablo II.
Amamos a Jesús cuando nos relacionamos con él en la oración y en la Eucaristía, cuando imitamos los sentimientos de su corazón y servimos a los demás.
