Con los relatos de la Torre de Babel (Gn 11,1-9) y La venida del Espíritu Santo (Hch 2, 1-13) hemos reflexionado sobre como las actitudes positivas nos llevan a comunicarnos mejor con los demás y las negativas hacen que no nos entendamos aunque hablemos el mismo idioma.
Cuando descubrimos en nosotros actitudes negativas que han tenido malas consecuencias siempre nos podemos arrepentir, arreglar las cosas y volver a empezar. Ésto facilitará la convivencia porque comprenderemos mejor que los demás también se pueden equivocar.
Por grupos hemos plasmado así de bien lo que hemos aprendido.
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