El roscón...
...y su sorpresa:
Otro roscón con su sorpresa:
Y más:
Todos hicimos el nuestro y todos quedaron deliciosos. Sería estupendo que todos guardáramos en nuestro interior sorpresas agradables para todos los que nos tratan ¿verdad?.
Cómo san Valero, que siendo un anciano, se comportó valientemente y no abandonó a sus amigos cristianos a los que, como obispo, se había comprometido a cuidar.
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