La primavera es la estación del año en la que la naturaleza se renueva, la vida resurge en todo su esplendor.
La Pascua cristiana celebra la resurrección de Jesús, que pasó de la muerte a la vida. Los cristianos celebramos el triunfo de Jesús, que nos ganó a todos la vida eterna. Es ésta una verdad de fe fundamental, una verdad alegre y esperanzadora.
La expresión "estar más contento que unas pascuas" refleja la alegría de estas fiestas que se encuentra tanto en las celebraciones religiosas como en las expresiones culturales.
En nuestra cultura el huevo está presente en la repostería, como la mona de pascua de Teruel, que se suele consumir en reuniones familiares y excursiones, donde los huevos duros se suelen "estampar" en las frentes de los otros comensales, en un ambiente festivo.
RECETA DE MONA DE PASCUA
También se elaboran huevos y otras figuras de chocolate. Los niños suelen ser los destinatarios de estos dulces.
Importada de la cultura anglosajona también nos ha llegado la leyenda del conejo de pascua, la costumbre de esconder los huevos y la proliferación de conejos de chocolate.
Todo puede ser aprovechado para manifestar nuestra alegría, pero los cristianos no podemos perder de vista el porqué de estas fiestas, Jesús vive y con su resurrección nos proporciona esa "alegría que nadie nos podrá quitar"
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